La tecnología de reconocimiento óptico de caracteres (OCR) permitió organizar y analizar la información / Cortesía BBC Mundo
El primer mensaje llegó por correo electrónico y de forma anónima hace más de un año: "Hola. Aquí John Doe. ¿Les interesan unos datos?".
"Muy interesados", le respondió el periodista del diario alemán Suddeutsche Zeitung Bastian Obermayer.
"Hay un par de condiciones. Mi vida corre peligro", advirtió entonces la fuente, le confirmó a BBC Mundo el también periodista de ese periódico Frederik Obermaier.
"Lo único que no podemos comentar en qué idioma se produjo la conversación original", se disculpó Obermaier, uno de los miembros del equipo de investigación que recibió los llamados Panamá Papers, la mayor filtración de documentos confidenciales de la historia.
Efectivamente, a lo largo de varios meses el periódico recibió más de 11 millones de documentos pertenecientes a una de las compañías más reservadas del mundo, la firma panameña Mosack Fonseca.
Los documentos –que involucran a 12 jefes de Estado actuales y pasados y más de 60 de sus familiares, además de todo tipo de personalidades políticas y deportivas– demuestran como las personas adineradas y poderosas usan los paraísos fiscales para ocultar su riqueza, en operaciones que a veces se utilizan para el lavado de dinero y la evasión de impuestos.
Aunque la firma Mossack y Fonseca afirma no haber cometido ninguna ilegalidad en sus 40 años de historia.
Todavía se desconoce la identidad de la fuente que los proporcionó.
Pero sí sabemos cómo se produjo la filtración. Y la historia no tiene desperdicio.
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