El país retrocedió en 2010 en materia de lucha contra la corrupción, dado que para el Gobierno nacional impulsar políticas que promuevan transparencia no figura entre las prioridades de su gestión, según advirtieron analistas especializados.
El ex fiscal de Investigaciones Administrativas Manuel Garrido y el director ejecutivo de Poder Ciudadano, Hernán Charosky, expresaron su preocupación al considerar que en Argentina se encuentra restringido el Acceso a la Información Pública, aunque confiaron en que el debate sobre la corrupción se reactive aquí durante el año electoral 2011. "El Gobierno dejó de impulsar políticas anticorrupción y le estallaron conflictos de corrupción muy graves", afirmó Charosky.
Garrido y Charosky indicaron que el 62% de los argentinos que participaron en una encuesta realizada en todo el mundo por la ONG Transparencia Internacional consideró que en los últimos tres años creció el nivel de corrupción en el país y señalaron a los partidos políticos y a los funcionarios públicos como las instituciones más afectadas. También mencionaron al Congreso, a la Policía y al Poder Judicial como instituciones perjudicadas por este mal.
Poder Ciudadano los resultados del Barómetro Global de la Corrupción 2010 y el dato más relevante del estudio en Argentina consistió en que el 77% de los consultados sostuvo que las acciones del Gobierno son ineficaces para combatir la corrupción.
Según Charosky, la gestión kirchnerista le ha dado la espalda al decreto 1172/2003 sobre Acceso a la Información Pública y se ve salpicada por los escándalos que involucran al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime y por la causa de los medicamentos adulterados, entre otras investigaciones.
"La corrupción es parte de la realidad y se combate con políticas públicas sostenidas a largo plazo", manifestó Garrido. De todos modos, tanto Garrido como Charosky señalaron que el año electoral 2011 planteará nuevos desafíos para el oficialismo y la oposición también en materia de transparencia.
"En las campañas políticas salen a relucir escándalos de corrupción, de un lado y del otro", sostuvo Garrido. "El oficialismo va a intentar recuperar el terreno que perdió en este campo por su propia inactividad y la oposición debe tratar de construir una agenda anticorrupción", concluyó.
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