Los fiscales brasileños actuaron deliberadamente y en ocasiones coordinadamente con el juez y actual ministro de Justicia Sergio Moro para perjudicar al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado por corrupción, e impedir que la izquierda vuelva al poder, según conversaciones hackeadas reveladas este domingo por The Intercept Brasil.
El portal aseguró que este es "apenas el inicio" de una serie de revelaciones basadas en informaciones entregadas por una"fuente anónima", que demostrarían que los principales responsables de la Operación Lava Jato tuvieron varias intervenciones políticamente motivadas. La más reciente se produjo en octubre pasado, cuando los fiscales obraron para impedir que Lula, encarcelado desde abril del 2018, fuera entrevistado por temor a que pudiese beneficiar a su delfín Fernando Haddad en las elecciones presidenciales, que fueron finalmente ganadas por el ultraderechista Jair Bolsonaro.
Otras conversaciones muestran que el principal fiscal de la fuerza tarea de Lava Jato, Deltan Dallagnol, estaba preocupado por la solidez de las acusaciones presentadas contra Lula para condenarlo como beneficiario de un apartamento entregado por una constructora a cambio de contratos en la estatal Petrobras. Dallagnol, que considera a Lula como el "cerebro" de una organización criminal para aferrarse al poder, muestra después satisfacción por la publicación de artículos que mencionaban una posible vinculación del ex mandatario con ese apartamento en el litoral del estado de Sao Paulo.
Lula, que purga por ese caso 8 años y 10 meses de cárcel, siempre se declaró inocente y denunció una "persecución judicial" para impedir que su fuerza política, el Partido de los Trabajadores (PT), vuelva al poder. La fuerza tarea de Lava Jato en el Ministerio Público Federal (MPF) reconoció en un comunicado que "sus miembros fueron víctimas de una acción criminal de un hacker", pero dijo tener "tranquilidad" respecto a la "legalidad" y a la "forma imparcial" de sus investigaciones.
La publicación de los mensajes pirateados es "tendenciosa y tiene la intención de atacar a la Operación", pero "los fiscales de Lava Jato no van a doblegarse a la invasión inmoral e ilegal, a la extorsión y a la tentativa de exponer y perturbar sus vidas personales y profesionales", agregaron. El ministro Moro consideró por su lado que en los mensajes que lo citan "no se vislumbra ninguna anormalidad de direccionamiento de actos en tanto que magistrado, a pesar de ser sido sacadas de contexto y de su sensacionalismo".
The Intercept subrayó que una fuente no identificada les contactó y les entregó el material, aunque no precisó cómo el mismo fue conseguido. Fernando Haddad exigió una investigación a fondo sobre lo que podría convertirse en "el mayor escándalo institucional de la historia de la República". De verificarse las filtraciones de The Intercept, "muchos tendrían que ser encarcelados, tendrían que anularse procesos y una gran farsa se revelaría ante el mundo", añadió el candidato derrotado en la segunda vuelta del año pasado por Bolsonaro.
La Operación Lava Jato, lanzada en el 2014, condenó o sentó en el banquillo a centenas de políticos de primer plano y a empresarios implicados en una vasta red de corrupción centrada en Petrobras. Su actuación acentuó el desprestigio del sistema político, abriendo un espacio que ocupó Bolsonaro con un discurso antisistema. Tras ganar los comicios, el exmilitar designó a Moro ministro de Justicia y Seguridad Pública.
The Intercept anunció que estas revelaciones son "apenas el inicio de una gran investigación periodística en curso (...) sobre las pruebas de la investigación Lava Jato" y "sobre los actos de Moro cuando era juez y sobre el fiscal Dallagnol". El portal cuenta entre sus fundadores al periodista Glenn Greenwald, que en el 2013 reveló las filtraciones obtenidas por Edward Snowden sobre los programas de vigilancia masiva implementados por los servicios secretos estadounidenses de la NSA.
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