Declaraciones del exgerente de la Banca Privada de Andorra (BPA) en Uruguay entre los años 2006 y 2010, Francesc Xavier Pérez Giménez, ante la fiscalía peruana que se conocieron el miércoles, complican la situación jurídica del expresidente Alan García que pidió asilo en Uruguay, en opinión de algunos legisladores peruanos.
Pérez Giménez es un personaje clave en la investigación por lavado de activos que se sigue a funcionarios del segundo gobierno de Alan García que habrían recibido sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a través de BPA, según informa el diario limeño El Comercio.
El exejecutivo de BPA viajó 36 veces a Perú y habría sido el responsable de abrir cuentas y hacer el posterior seguimiento de las inversiones de todos los exfuncionarios peruanos que habrían recibido dinero de la compañía brasileña.
Según Pérez Giménez, Odebrecht era cliente del banco. El gestor de esta empresa era el uruguayo Andrés Norberto Sanguinetti. "Él es quien trajo a Odebrecht al banco (...) después se dio la posibilidad de que Odebrecht presentara clientes que querían cuentas patrimoniales y así se generó el vínculo", declaró ante el fiscal.
"Era Odebrecht el que nos presentaba (a los clientes) (...) Por ejemplo, a mí me decía Andrés Sanguinetti: Odebrecht me avisa de que hay un potencial cliente en Perú que podría estar interesado en abrir una cuenta", indicó.
Aunque siempre se proclamó inocente de los cargos, Sanguinetti fue extraditado a Andorra por la Justicia uruguaya. En varias ocasiones su abogado defensor, Jorge Barrera, señaló a El País que su cliente era funcionario de la filial local del banco, "por lo que estaba sujeto a subordinación y tenía a tres jerarcas por encima de su puesto de trabajo", motivo por el que "no tenía posibilidad de abrir cuentas de clientes y no podía responder por actos en los cuales actuó como subordinado".
Sanguinetti fue liberado por la Justicia andorrana, pero la causa en su contra sigue adelante.
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