El escándalo parece no tener fin. Luego de las denuncias por malversación de fondos a la presidenta de Brasil Dilma Rousseff , por corrupción y lavado de dinero al ex mandatario Lula da Silva , y tras la suspensión de la designación de este último como nuevo jefe de Gabinete de la nación, comenzó a circular una frase del propio Lula que desató aún más la ira del pueblo.
En una entrevista concedida al diario O'Globo en 1988, cuando el ex mandatario brasileño daba sus primeros pasos en la política como diputado federal, el líder del PT pronunció una frase que ahora podría ser su propia condena: "Cuando un pobre roba, va a la cárcel, pero cuando un rico roba, se convierte en ministro".
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