Por Alfredo G. Pierrat
El desenlace del conflicto desatado por Costa Rica contra Nicaragua continúa hoy sin señales de solución a corto plazo, mientras el gobierno tico insiste en la escalada diplomática y solicitó abordarlo con los cancilleres de la OEA.
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) examinará hoy en Washington la convocatoria de una reunión de consulta de los ministros de Relaciones Exteriores de los países integrantes de la entidad hemisférica, presentada por Costa Rica para abordar el tema.
El pasado lunes, los presidentes de todos los poderes del Estado nicaragüenses suscribieron aquí una declaración en la que, entre otras decisiones, reiteraron que Nicaragua no volverá a discutir este asunto en la OEA, por lo que es de esperar que sus representantes ante esa organización no asistan a ese debate, ni a la reunión de cancilleres si es que llega a realizarse.
Entre tanto, la cancillería nicaragüense envió ayer una comunicación a su similar costarricense en la que ratifica al gobierno tico la "posición inalterable" de Nicaragua de discutir, en un diálogo "fraterno e incondicional" todos los puntos de la agenda pendientes entre los dos países, de acuerdo con el calendario establecido previamente por las dos partes.
La reunión de la Comisión binacional está prevista a realizarse el 27 de este mes y la nota de la cancilleria nicaragüense de hecho reitera una disposición al diálogo expresada en numerosas ocasiones por el gobierno de Managua, pero por el momento parece poco probable que las autoridades de San José acepten acudir a esa cita.
En la desembocadura del río San Juan de Nicaragua, mientras tanto, continúan las labores de dragado del cauce, según declaraciones del responsable de esos trabajos, el ex comandante guerrillero Edén Pastora.
Igualmente se mantienen en el lado nicaragüense de la zona fronteriza las fuerzas del ejército que enfrentan a las bandas de narcotraficantes que operan en esas zonas.
El cese del dragado del río -que forma parte del territorio nicaragüense- y la retirada de los militares de la zona fronteriza, son dos de las condiciones planteadas por Costa Rica para asistir a un diálogo bilateral, pero en modo alguno son aceptadas por el gobierno de Nicaragua, en una decisión soberana que cuenta con el respaldo de prácticamente toda la nación.
El desenlace del conflicto desatado por Costa Rica contra Nicaragua continúa hoy sin señales de solución a corto plazo, mientras el gobierno tico insiste en la escalada diplomática y solicitó abordarlo con los cancilleres de la OEA.
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) examinará hoy en Washington la convocatoria de una reunión de consulta de los ministros de Relaciones Exteriores de los países integrantes de la entidad hemisférica, presentada por Costa Rica para abordar el tema.
El pasado lunes, los presidentes de todos los poderes del Estado nicaragüenses suscribieron aquí una declaración en la que, entre otras decisiones, reiteraron que Nicaragua no volverá a discutir este asunto en la OEA, por lo que es de esperar que sus representantes ante esa organización no asistan a ese debate, ni a la reunión de cancilleres si es que llega a realizarse.
Entre tanto, la cancillería nicaragüense envió ayer una comunicación a su similar costarricense en la que ratifica al gobierno tico la "posición inalterable" de Nicaragua de discutir, en un diálogo "fraterno e incondicional" todos los puntos de la agenda pendientes entre los dos países, de acuerdo con el calendario establecido previamente por las dos partes.
La reunión de la Comisión binacional está prevista a realizarse el 27 de este mes y la nota de la cancilleria nicaragüense de hecho reitera una disposición al diálogo expresada en numerosas ocasiones por el gobierno de Managua, pero por el momento parece poco probable que las autoridades de San José acepten acudir a esa cita.
En la desembocadura del río San Juan de Nicaragua, mientras tanto, continúan las labores de dragado del cauce, según declaraciones del responsable de esos trabajos, el ex comandante guerrillero Edén Pastora.
Igualmente se mantienen en el lado nicaragüense de la zona fronteriza las fuerzas del ejército que enfrentan a las bandas de narcotraficantes que operan en esas zonas.
El cese del dragado del río -que forma parte del territorio nicaragüense- y la retirada de los militares de la zona fronteriza, son dos de las condiciones planteadas por Costa Rica para asistir a un diálogo bilateral, pero en modo alguno son aceptadas por el gobierno de Nicaragua, en una decisión soberana que cuenta con el respaldo de prácticamente toda la nación.
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