Donald Trump de Nueva York, Estados Unidos, multimillonario nacido un 14 de junio de 1,946 que profesa el presbiterianismo es sobretodo muy simpático como famoso empresario convertido en el paradigma y mentor para muchos emprendedores del mundo. Sin embargo, ahora en su condición de político perteneciente al Partido Republicano se ha convertido en un antipático para otros, especialmente para los hispanos que conforman gran parte de la población estadounidense. Con esto hace entender que no a todo el mundo le tiene que caer bien.
A decir verdad, Trump tiene la imagen de ser directo y concreto, debido a esa seguridad y confianza en si mismo, obtenida debido a los logros económicos en su larga y productiva carrera empresarial que lo empoderan para convertirse en dueño y señor de lo que quiera. Esto, traducido en otras palabras es que si tiene mucho dinero puede decir y hacer lo que quiera como característica principal de su desbordante personalidad.
Desde finales de junio del 2015 al anunciar su precandidatura para las elecciones del 2016 en los Estados Unidos se ha comprometido en una carrera política que ha creado una gran expectativa en el mundo empresarial para ver de que forma el laureado empresario será capaz de asumir este reto político en las que ya se está viendo las diferentes polémicas que va creando en relación a la situación de los inmigrantes en los Estados Unidos. Y más adelante podremos ver si un exitoso empresario puede ser un exitoso político de carrera.
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